Perimenopausia y menopausia — ¿Qué está pasando en tu cuerpo?

Perimenopausia es el periodo “alrededor de la menopausia” (suele iniciarse a los 40 años) en el que los niveles de estrógeno y progesterona fluctúan de manera impredecible; esto provoca irregularidades menstruales, bochornos aislados y cambios de humor.

Menopausia se confirma tras 12 meses continuos sin menstruación (edad media en EE. UU.: 51 años). A partir de entonces las hormonas se estabilizan en niveles bajos y aparecen síntomas más constantes: sofocos, sequedad vaginal, insomnio, disminución de libido, aumento de peso y “brain-fog”.

Riesgos de salud asociados al declive hormonal

• Cardiopatía: la menopausia precoz (antes de los 40 años) eleva de forma notable el riesgo coronario.
• Osteoporosis: la pérdida de estrógeno acelera la reducción de densidad ósea.
• Salud mental: aumenta la frecuencia de depresión, ansiedad y el riesgo de deterioro cognitivo.
• Artritis reumatoide y dolor crónico: se observa mayor incidencia tras la menopausia temprana.

Ventajas de las preparaciones bioidénticas personalizadas

Los tratamientos comerciales (pastillas estándar o parches predosificados) no siempre se ajustan a las variaciones hormonales ni a las preferencias del paciente. El compounding permite:

1. Dosis exactas: ajustar miligramo a miligramo según resultados de laboratorio y síntomas.
2. Vías de administración múltiples: cremas transdérmicas (brazos/antebrazos), troches sublinguales, cápsulas de liberación sostenida, supositorios vaginales para sequedad y pellets subcutáneos de larga duración.
3. Combinaciones personalizadas: estradiol + estriol, progesterona micronizada, testosterona en microdosis o DHEA, todo en una sola fórmula.
4. Excipientes hipoalergénicos: libres de gluten, lactosa y colorantes para pieles o estómagos sensibles.

Ejemplos comunes de formulaciones magistrales

*Las concentraciones se ajustan individualmente tras valoración clínica y analítica.

Protocolo de seguimiento recomendado

• Análisis inicial: FSH, estradiol, progesterona, testosterona, perfil lipídico y función tiroidea.
• Repetir panel hormonal y bioquímico a los 3 meses, luego cada 6–12 meses.
• Densitometría ósea inicial y a los 2 años.
• Control clínico de signos de exceso (sensibilidad mamaria, retención de líquidos, acné) o déficit (retorno de sofocos, insomnio).

Conclusión

La menopausia es una etapa natural, pero la caída hormonal no tiene por qué restar vitalidad. Las preparaciones magistrales bioidénticas ofrecen una respuesta precisa y flexible para cada mujer, mejorando síntomas, reduciendo riesgos a largo plazo y acompañándola en un envejecimiento saludable.